“La gente quiere que vuelva”
Gonzalo Verón fue campeón en 2013, alzó la libertadores y jugó el Mundial de Clubes. El ex San Lorenzo, repasa su etapa y abre las puertas para el futuro.
Nació futbolísticamente en Sportivo Italiano, pero su carrera, en 2012, dio un gran salto de jerarquía: “Tenía todo arreglado con Godoy Cruz, me habían mandado el contrato y también me querían comprar el pase en Los Andes. Una mañana, me llama mi representante y me dice que había un interés de San Lorenzo, pero que no me ilusionara. A los tres días, salí en el diario diciendo que habían comprado el 90% de mi pase, pero terminé firmando un mes después. Fue una locura, la gente me escribía y yo no había firmado nada. Cuando fui jugador oficial, fue un alivio”, contó en diálogo con Mundo Azulgrana.
Apenas llegó a Boedo, el DT era Ricardo Caruso Lombardi: “Del equipo de Caruso no recuerdo mucho. Él me hizo debutar, eso sí. Es un entrenador muy capaz para elegir jugadores, armó un buen equipo. Dejó un gran plantel, había llegado Pichi Mercier, entre otros. Me gustaba mucho los jugadores que teníamos”, recordó.
Su auge fue con Juan Antonio Pizzi, aunque en el final del torneo, sufrió la lesión de ligamentos en su rodilla: “Pizzi es un gran entrenador, con un equipo de trabajo tremendo. Y creo que caímos todos en el momento indicado, para conseguir cosas importantes. El grupo fue excelente y eso hizo que sea todo más fácil. Juan supo manejar el grupo y el grupo estaba con buena predisposición”, expresó. Además, agregó que “respecto al partido contra Arsenal, con mi experiencia vividas jugando varias finales, entendí que no se gana finales jugando bien al fútbol, más allá de que jugábamos muy bien. El condimento para ganar finales es corriendo y metiendo. Una vez conseguido eso, podes darte el lujo de jugar mejor en algunos pasajes del partido”.
La hazaña ante el partido contra Vélez, con la gran atajada de Torrico y el final alzando la Copa, Verón la vivió desde afuera, debido a su lesión: “era increíble como no pudimos consagrarnos antes. Pero todo es por algo; y estábamos contento de todo lo que habíamos generado, sin todavía haber ganado nada”, dijo Gonzalo.
Edgardo Bauza marcó un antes y después, no solo en la historia de San Lorenzo, sino en cada uno de ellos: “Lo de la Libertadores y el Mundial de Club fue una locura. Cada año que pasa, me quedó más helado, porque te vas dando cuenta lo difícil que es llegar a ese tipo de competencias y mucho más ganarlas. Vivirlo con San Lorenzo fue una locura; la gente fue verdaderamente inexplicable”, contó. Asimismo, dijo que “pero creo que el torneo 2013, futbolísticamente fue mejor”.
“Siempre demuestra optimismo y tranquilidad al jugador, es un gran entrenador. Tácticamente, trabaja muchísimo y le da mucho resultado. En lo ofensivo, da mucha libertad y estoy muy agradecido a él: me hizo jugar una de las finales soñadas por cualquier jugador, siempre me apoyó. El cuerpo de trabajo también es bueno y respetuoso, y eso vale mucho para el grupo”, agregó Gonzalo sobre el Patón.
Su paso por Boedo fue en total de 62 partidos y siete goles, aunque no descartó en futuro volver a vestir los colores azulgrana: “Me gustaría mucho jugar aunque sea un año, más ahora que me siento bien y pleno para darle mucho. Pero jamás se acercaron ni tuvieron interés. La gente quiere que vuelva y eso me genera muchísimas ganas de volver”, confesó. Y entre risas dijo “capaz me arrime yo”.